El mercado automotor argentino volvió a ajustar sus listas de precios con la llegada de septiembre. La mayoría de las automotrices aplicó incrementos superiores al 4% en los autos 0 km, mientras que unas pocas compañías optaron por aumentos mínimos o directamente no modificaron sus valores.

El impacto de la devaluación y la estrategia de cada marca

Tras la salida del cepo cambiario y la devaluación de casi el 13% del peso, los fabricantes corrigieron en distintos momentos los precios de sus modelos. Sin embargo, los ajustes no fueron uniformes: mientras algunas marcas aplicaron subas del 4,5% promedio, otras apenas corrigieron un 0,5%, reflejando diferencias en sus estrategias comerciales.

Las automotrices que dependen de créditos a tasa subsidiada o de lineamientos regionales —principalmente desde Brasil— enfrentan mayores restricciones a la hora de definir precios, lo que explica la disparidad en los ajustes.

Toyota, Chevrolet, Ford y Stellantis: cómo quedaron los precios

Toyota: publicó aumentos promedio del 4,7%. Los autos en dólares no tuvieron variación, pero los importados subieron entre el 3,5% y el 6%, como en el caso de los Corolla, Yaris y Hilux.

Stellantis (Fiat, Peugeot, Citroën): luego de haber liderado las subas en agosto, este mes aplicó un incremento mínimo del 0,5%, salvo en furgones importados que aumentaron un 10%.

Chevrolet: ajustó en promedio un 4,4%, con subas destacadas en el Onix (+7,5%), la Tracker (+6%) y la Montana (+5%).

Ford: la Ranger, su único modelo nacional, subió un promedio del 4,2%, con diferencias dentro de la gama. Los SUV y pick-ups importadas tuvieron ajustes del 4,5% al 5%.

Mercedes-Benz (Prestige-Auto): decidió mantener sin cambios sus precios por tercer mes consecutivo, tanto en utilitarios como en autos de alta gama.

Un mercado con señales confusas

La disparidad en los aumentos genera desconcierto en los consumidores: algunos modelos suben fuerte un mes y se mantienen estables al siguiente, otros bajan con descuentos puntuales y después recuperan terreno con incrementos más altos.

En este contexto, la competencia por ganar clientes sin resignar rentabilidad se vuelve la gran protagonista del mercado automotor argentino, donde cada mes las estrategias de precios parecen reescribirse.